Así define Esukaltzaindia la palabra ahaide (pariente):

  • Para alguien de su familia alguien más.
  • Otra especie originariamente bastante próxima a una especie

En Emagin llevamos años intentando hacer más habitable internamente la asociación. Hace tiempo que aprendimos que no hay transformación social sin transformación personal y colectiva. Por eso, tratamos de trabajar también a nivel interno lo que reivindicamos y promovemos de cara al exterior. Es decir, lo que desarrollamos en las teorías, llevarlo a la práctica. A veces hemos pedido ayuda externa para desatar los nudos interiores y trabajarnos. En otras ocasiones, trabajamos por nuestra cuenta e incorporamos las aportaciones del feminismo como herramienta en el funcionamiento interno de Emagin.

También tratamos de trasladar a nuestro ámbito de trabajo la idea del cuidado. Y es que entendemos que este es uno de los pilares de la lucha feminista, que se debe reflejar no sólo hacia el exterior, sino también en el interior de la asociación. Por ello, asumimos un nuevo compromiso e incluimos entre nuestras herramientas de trabajo un parentesco feminista que supere la lógica heteropatriarcal de permisos y licencias establecida por la normativa general, tal y como se está haciendo en otras asociaciones y organizaciones.

En la normativa general, tanto en el estatuto de los trabajadores como en el convenio colectivo de referencia, las licencias de trabajo se establecen por lógica heteropatriarcal. La persona trabajadora tendrá derecho a permisos y licencias por razón de persona, siempre que la persona afectada tenga parentesco de consanguinidad, afinidad, pareja de hecho o convivencia oficial con el trabajador o trabajadora. Esa lógica no refleja las redes de las trabajadoras de Emagin y menos satisface las necesidades. De hecho, en nuestras redes aparecen también otros parientescos: amigas, amigos, tías, vecinos, miembros de otras especies que tenemos cerca… El objetivo del parentesco feminista es reconocer estas amplias redes de nuestro entorno y fomentar el cuidado que en ellas se presta. A través de esta nueva herramienta, ampliaremos el derecho a cuidar a aquellas allegadas que no tengan vínculos sanguíneos o afinidades legales con nosotras.

Superando la lógica establecida por el sistema y en línea con la responsabilidad colectiva que todas tenemos por el cuidado, se ha fomentado el cuidado mutuo desde el principio en Emagin. De esta forma, el personal ha podido disfrutar de permisos y licencias para el cuidado de personas cercanas, no matrimoniales, ni de hecho, ni consanguíneas. Hasta ahora nos hemos acogido a estos permisos de forma informal. Ahora, sin embargo, hemos puesto en marcha una herramienta para estabilizar y formalizar la voluntad que la Asociación ha tenido desde sus inicios: el parentesco feminista.

En nuestro nuevo acuerdo de funcionamiento laboral, junto con los permisos de cuidado de familiares hasta segundo grado de consanguinidad y afinidad que establece la ley, ampliaremos la posibilidad de cuidar a las personas allegadas que queremos cuidar a través del parentesco feminista. De momento, la lógica del sistema de permisos (basado en la familia) que hemos conocido hasta ahora y la nueva lógica que queremos implantar (parentesco socio-afectivo feminista) serán al mismo tiempo complementarias para, en un futuro, crear las condiciones para profundizar en los parentescos feministas.

Siguiendo el significado de parentesco, ampliaremos el derecho a cuidar de las allegadas, que no tengan legalmente con nosotras ninguna consanguinidad, ya sean personas u otras especies cercanas. Al fin y al cabo, en nuestro día a día puede ser más estrecha nuestra relación con un amigo o un animal que la que tenemos con algunos familiares. No queremos privilegiar las relaciones familiares o de pareja tal y como impone el sistema. Nosotras mismas queremos decidir a quién estamos dispuestas a cuidar, cuáles son nuestras redes, e ir institucionalizando la apuesta por crear nuevos parentescos.

Creemos que el parentesco feminista puede ser una herramienta para seguir fraguando este sistema, descentralizando la familia, creando parentescos feministas y promoviendo cuidados basados en la reciprocidad. Por ello, os invitamos a crear esta herramienta en vuestros centros de trabajo y a reflexionar sobre el cuidado y la habitabilidad en vuestra asociación, institución o lugar de trabajo. ¡Sigamos tejiendo parentescos feministas!